lunes, 26 de marzo de 2012

no quiero verte sombra

no me alcanzan las alas para cubrirte del fuego
temo que el silencio lo tiña todo de negro

no quiero
verte partir
verte sufrir
solamente...lloro a tu lado
solo escucho que tus ojos de mar desbordan

siempre tuviste ojos de mar...
con profundas maravillas ocultas bajo su superficie

con un horizonte tan hermoso...
que a veces es lindo mirarte desde la orilla
solo saber que estás ahí
y que, a veces,
alguna ola piadosa permite que mis pies se bañen en tu espuma

no me alcanza con escribirte
no me alcanza con pensarte
no me alcanza con amarte

no quiero
verte sola
verte sombra
quiero
iluminarte
quiero
hacerte reír
quiero
volar con vos

cargarte en mis brazos
y que volemos juntas
y que tus ojos de mar bañen la ciudad

y después
verte sonreír


domingo, 4 de marzo de 2012

La Nada misma







El todo comenzó a dividirse lentamente. Nadie notó al principio el cambio, y nadie quiso advertirlo después.
Las partes del todo eran cada vez menores y a la vez crecía constantemente el espacio entre ellas.

Llegó el momento en que algunos intentaron detener el desastre inminente, pero no eran muchos y su voz no fue oída.
El tiempo pasó hasta que no fue posible ya devolver el todo a su forma original...porque éste se estaba transformando en la nada misma de la inexistencia absoluta.


Y un día, un terrible día de calor sofocante, el todo perdió finalmente su esencia auténtica.







Hoy no queda nada por hacer más que detenerse en la contemplación del vacío que alguna vez fue ese todo indivisible que nadie recuerda ya.













...


Y un día, un frío día de tormenta...la nada debió rendirse frente a la existencia inevitable de un algo. Y ese algo creció y se multiplicó.

El tiempo pasó hasta que todos los algo se dieron cuenta de que formaban parte de un todo único y se unieron.


Y, una vez más, se completó el ciclo.